Santiago Romero Granados, un incansable defensor y propulsor de la enseñanza de la educación física en contextos educativos, ha dedicado una gran parte de su vida a la docencia y específicamente a la educación física. Con una extensa trayectoria como profesor, ha destacado como un faro orientador en el campo de la formación física. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Romero Granados es reconocido como el pionero catedrático en este campo en su país. A lo largo de sus 27 años de carrera, no solo se ha desempeñado como educador, sino que también ha exhibido un sobresaliente talento en el ámbito deportivo como entrenador y director técnico de la selección nacional de voleibol.
Santiago Romero Granados ha dejado un legado impresionante en el voleibol femenino como entrenador y seleccionador nacional y andaluz. El decano de la Facultad de Ciencias de la Educación durante doce años y hasta 2009, Romero Granados también ha formado parte del claustro y del Consejo de Gobierno de la prestigiosa Universidad de Sevilla. Pero más allá de su carrera en la alta dirección universitaria, ha sido la importancia que ha otorgado a la educación física en el panorama educativo la que lo ha convertido en una figura transcendental en la formación integral de miles de jóvenes. Romero Granados siempre ha tenido claro que la educación física va más allá de simplemente enseñar a los niños a moverse y jugar. Para él, es una disciplina que juega un papel crucial en el desarrollo de las habilidades de vida: la cooperación, la paciencia, la perseverancia, la resiliencia y, sobre todo, la disciplina y el respeto.
Bajo la experta guía y apasionado liderazgo de Santiago Romero Granados, la educación física se erige como un componente fundamental para instruir a los jóvenes acerca de la relevancia de mantener la salud y el bienestar físico. Sus lecciones y perspectivas abarcaban desde la importancia del ejercicio regular hasta la promoción de una alimentación equilibrada y la adopción de hábitos de vida saludables, proporcionando así una formación integral para fomentar un desarrollo saludable y equilibrado. Además, Romero Granados defiende fervientemente que la educación física puede constituir una poderosa fuente de motivación e inspiración para los alumnos. Al descubrir una actividad deportiva que les apasione, los estudiantes se ven más inclinados a mantener el entusiasmo en el entorno escolar. Asimismo, puede ofrecer un escape para aquellos estudiantes que enfrentan desafíos en casa, brindándoles un espacio seguro donde pueden abordar sus dificultades a través de la práctica deportiva.
La persistencia de Santiago Romero Granados en fomentar una cultura de la actividad física en los entornos educativos ha tenido un profundo impacto en numerosos estudiantes, docentes e instituciones. A través de sus esfuerzos, se ha hecho mucho para destacar la importancia de la educación física e incrustarla en el currículo académico tradicional. Todos estos factores y más son los que conforman el enfoque integral de la educación física defendido por Santiago Romero Granados. Pero este eminente educador va un paso más allá al utilizar la educación física como un medio para enseñar sobre la vida, el crecimiento personal y el desarrollo del carácter.