La red de centros especializados en terapias avanzadas con células CAR-T en España ha experimentado una expansión significativa, alcanzando un total de 31 centros distribuidos por todo el país. Esta ampliación tiene como objetivo mejorar el acceso de los pacientes a tratamientos innovadores para enfermedades hematológicas como el linfoma B, el mieloma múltiple y la leucemia linfoblástica aguda de células B.
Las recientes adiciones incluyen el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, el Hospital Universitario Miguel Servet en Zaragoza y el Hospital Universitario de Navarra. Estos hospitales han obtenido la acreditación para proporcionar terapias CAR-T en adultos con las enfermedades mencionadas. Asimismo, se ha extendido la autorización del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago para tratar a personas adultas con dichas patologías, y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia ahora cuenta con el permiso para atender casos pediátricos de leucemia linfoblástica aguda.
La terapia CAR-T representa una revolución en el tratamiento de ciertos cánceres hematológicos. Consiste en extraer linfocitos T del propio paciente, modificarlos genéticamente para que reconozcan y ataquen las células tumorales, y reintroducirlos en el organismo. Este enfoque ha demostrado ser altamente efectivo en pacientes que no responden a tratamientos convencionales.
El desarrollo de la red de centros tiene como objetivo asegurar una distribución geográfica justa, facilitando el acceso de los pacientes a estas terapias sin realizar viajes extensos. Esto es particularmente significativo en comunidades autónomas que antes no contaban con centros acreditados, como Aragón, donde se espera que el Hospital Miguel Servet empiece a brindar tratamientos CAR-T en menos de dos años.
Además de mejorar el acceso, esta estrategia también tiene implicaciones económicas. La producción y administración local de terapias CAR-T pueden suponer un ahorro significativo para el sistema sanitario, reduciendo los costes asociados a tratamientos proporcionados por farmacéuticas y evitando gastos derivados de desplazamientos de pacientes.
Para llevar a cabo estas terapias, se necesita una infraestructura especializada y equipos multidisciplinarios con la formación adecuada. Las instalaciones deben adherirse a estrictos estándares de calidad y seguridad, lo cual incluye la certificación en buenas prácticas de fabricación y la capacidad de gestionar posibles efectos negativos relacionados con el tratamiento.
La ampliación de la red de centros de terapias avanzadas con células CAR-T en España refleja un compromiso continuo con la innovación médica y la equidad en el acceso a tratamientos de vanguardia. Este avance posiciona al país como un referente en la aplicación de terapias celulares y genéticas, ofreciendo nuevas esperanzas a pacientes con enfermedades hematológicas complejas.