Salvador Illa asumió la presidencia de la Generalitat de Cataluña con el apoyo de ERC y los ayuntamientos. Pese al aumento del gasto público en Cataluña, reducirlo no es una prioridad en su agenda. Si bien las facturas de gas han aumentado significativamente, el PSC no prevé reembolsos.
Ila seguirá los pasos de sus predecesores y se centrará en reiniciar los servicios públicos y la reindustrialización ecológica. Se espera que un aumento de la mano de obra de los Mossos d'Esquadra y mejoras de infraestructuras, como la ampliación de las redes ferroviarias, hagan frente a una crisis económica y turística.
En materia de financiación, Ila planea negociar con el gobierno central para mejorar los acuerdos económicos con la esperanza de resolver el déficit fiscal. También enfrenta desafíos como revertir la infraestructura y el desarrollo industrial en un contexto económico complejo.